“Y ya sólo le quedaban el fuego y el sueño.”
Héctor Tizón
quemo uno a uno
todos los rostros que he sido
las cenizas serán
evocaciones en el viento
surcos de la tierra
sonidos del tiempo
despierta
despierta sobre la hoguera consumida
me abrazo a los pétalos perdidos
mientras cae la lluvia
nuevamente
quemo uno a uno
Compartir o enviar este poema por:
Enviar esto por correo electrónicoBlogThis!Compartir en XCompartir en FacebookCompartir en Pinterest
◄►
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
La lluvia borra huellas
ResponderBorraralienta simientes
disimula lágrimas...
Bello poema Susana.
Un abrazo